Cuando el suburbio dormita Bajo la lluvia o en noche serena, Cruza como un alma en pena Las calles tristes una viejecita, Anda vagando hasta el alba Y en las sombras se suele ocultar. ¡Pobre mujer! Camina sin cesar Llevando a cuestas todo su penar... La buena gente de los barrios bajos Esos humildes que saben su historia, Dicen que un día su nietecita La muy malita, dejó el hogar. Y desde entonces invierno y verano A media noche esa vieja, Vive con su amarga queja Sumida en la soledad. Y así se pierde por los arrabales Hecha una piltrafa humana, Porque en su vida tirana No halló más que falsedad. Como un gemido doliente Llena de harapos, cabizbaja y mustia, Siempre se le ve silente Con todo el peso de su negra angustia, Y maldiciendo la suerte Que en su pecho congojas dejó. Llora su fin al ver que ya perdió El dulce amor que de ella se olvidó, Tal vez la nieta malvada y mezquina Hoy no se acuerde de su tierna abuela, Sólo se sabe que está dormido El pobre nido que abandonó.
jueves, 16 de julio de 2015
A MEDIANOCHE 1926
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